En Arkham Asylum, lo introduciremos brevemente evitando por completo los spoilers, encarnábamos a Batman tratando de lidiar con una situación crítica en el sanatorio mentalde Arkham. El internamiento en el centro de Joker provocaba un caos organizado por parte del supervillano, que revertía la situación convirtiendo a los guardas en presos de los internos. Ahora la situación ha quedado solventada, pero el conflicto se convierte en esta segunda parte en una situación verdaderamente límite. El antiguo máximo responsable del sanatorio Arkham es ahora el alcalde de la ciudad de Gotham, y ha trasladado a los reclusos de la prisión de Blackgate y de la propia Arkham a una región acordonada de laciudad de Gotham que será donde quedarán aislados los más peligrosos criminales de la urbe.
El mayor cambio que vamos a observar en este lanzamiento con respecto a lo que vimos en el título de 2009 es el de la apertura de prisma. Arkham Asylum ya contaba con una experiencia muy abierta en la que podíamos avanzar y retroceder en los escenarios a nuestro gusto para cumplir los diferentes desafíos que se nos proponían en un planteamiento muy libre. En Arkham City, conscientes de lo poco explorado que está este libre albedrío en el género de acción y aventuras actual, los chicos de Rocksteady han tratado de elevar esta fórmula a la enésima potencia.
En el sentido del desplazamiento, el protagonista vuelve a ser muy ágil, tanto como cabría esperar de un superhéroe de sus características. Podemos planear con las alas, podemos desplazarnos a toda velocidad con el gancho... Si estas características ya resultaban fundamentales en Arkham Asylum toman ahora una importancia capital en Arkham City, tanto por las mayores dimensiones de los mapeados en esta ocasión como por el mayor trabajo que denotan a la hora de ofrecer mayores alternativas al jugador.
En el primer título el escenario ya ofrecía muchas posiciones estratégicas desde las que explotar el mapeado y plantearnos qué hacer a continuación, pero en este sentido la segunda parte es un juego muy superior y mucho más redondo, puesto que las posibilidades que se ofrecen son todavía más cuantiosas. Los decorados están generosamente plagados de azoteas, escalerillas de incendios, farolas, gárgolas... La interacción con éste es máxima, y poder llegar de un punto a otro a una velocidad máxima es tan interesante como el poder sentir que cada punto de la urbe es completamente explorable.
En cuanto a las luchas, la idea apenas ha variado con respecto a lo que vimos en el primer título. Nuevamente deberemos hacer frente en peleas a montones de enemigos, poniendo a prueba nuestras habilidades en multitudinarias escenas de acción. La idea es una vez más la de ser diestros en cuanto a nuestro sentido del ritmo a la hora de elaborar las cadencias de golpeos y bloqueos, en mayor medida que a dominar complicadísimos combos donde las combinaciones de botones sean largas o complejas. En Arkham City hay un botón para golpear, otro para cubrirnos, otro para rodar, otro para atacar con gas y aturdir a los enemigos... acciones muy básicas en apariencia pero francamente fantásticas a la hora de reproducir con sencillez y vigor los abundantes enfrentamientos cuerpo a cuerpo con los que tendremos que lidiar.
Ya el primer juego contaba con bastante variedad en los escenarios, pero la segunda parte ahonda todavía más en la diversidad.
Una de las pocas pegas que podemos interpelarle al juego en cuanto a sus combates es el hecho del escasísimo reto que suponen los
jefes finales. Lejos quedó ya el tiempo de los videojuegos en el que este tipo de personajes traían consigo un desafío tan inolvidable como sus cuidados diseños; en Arkham City como en tantos otros títulos recientes asistimos a unos supervillanos tan increíblemente bien detallados en sus carismáticos diseños como pobres en la exigencia en cuanto a habilidades necesarias para vencerlos. Todo el concepto del combate es muy sencillo, con la intención de fomentar la accesibilidad sobre cualquier otra consideración, y si bien concordamos con él puesto que nos parece francamente satisfactorio, como decimos, creemos que debía haberse buscado algún tipo de mecánica para los supervillanos.
Her Sister's Keeper -Investigación y Extras-
El tercer elemento primordial sobre el que pivota la experiencia jugable de Arkham City es el de la investigación. Ésta, como la del empleo de todos los gadgets, se basa en un manejo muy rápido y accesible de los botones del pad para liberar el modo de investigación. Así, por ejemplo, si para acceder a los diferentes accesorios (batgarra, espuma explosiva, etcétera) sencillamente indicamos en la dirección correcta con la cruceta y después los usamos con la combinación L2/LT para apuntar y R2/RT para emplearlos, en el caso de la investigación es tan sencillo como pulsar el botón L1/LB para acceder a la "Visión Detective".
Al igual que en el primer juego muchos aficionados tendrán la tentación de superar el videojuego completo con este método de visualización, y es que nos permite ver con un potente estilo computadora todos los datos de lo que nos rodea aunque nos priva de disfrutar del formidable aspecto del programa. Servirá para detectar olores, para simular trayectorias de bala, para dar con huellas... Sus utilidades serán generosas y completamente necesarias para terminar el videojuego, y es que los rompecabezas abundan en un título que hace de la mezcla de acción y aventuras un arte fantástico y que, además, trufa su vertiginoso ritmo con ligerísimos puzles que ayudan a inyectar algo más de variedad al conjunto.
Los gadgets siempre han sido uno de los puntos fuertes de Batman, y en el videojuego no podían ser una excepción. El modo detective vuelve a llevarse la palma.
Todo el empleo de gadgets y demás se gestiona tan ágilmente como se hace evolucionar. El juego cuenta con un sistema de desbloqueo que nos permite ir progresando y obteniendo
puntos de experiencia que nos permitan ir liberando habilidades inéditas. Así, de este modo, no podremos, por ejemplo, desarmar con la Batgarra a un enemigo hasta que invirtamos un punto de experiencia en acceder a esta habilidad. Todas estas pericias están divididas en
cinco ramas, con numerosas alternativas a liberar tanto para el combate, los dispositivos, el battraje, el modo depredador e incluso para las habilidades de Catwoman.
Y es que Catwoman aparece también en el videojuego, en efecto, como ya anunciaron sus responsables. Lo hace como personaje secundario en la campaña individual, y lo hace como fantástica protagonista en la parte del juego que se desbloquea cuando introducimos en Xbox Live o PlayStation Network el código que se adjunta en el embalaje del videojuego a modo de on-line pass para liberar sus misiones descargándolas de internet. Como ya se había anunciado su estilo jugable es muy distinto de lo que puede experimentarse en el acorazado pellejo de Batman, y es que la protagonista femenina destaca sobre todo por su agilidad. El estilo es diferente puesto que se centra en el estilo de acción y aventuras, pero el núcleo de la experiencia se mantiene. Eso sí, recomendamos encarecidamente al aficionado optar por superar las cuatro breves misiones con la heroína antes de sumergirse en la campaña con Bruce Wayne, y es que funciona muy bien como prólogo a lo que viviremos a continuación.
El juego, como puede deducirse, es completísimo desde todos los puntos de vista, especialmente desde la óptica de la duración. Resulta complicadísimo cuantificar en términos de horas cuánto nos va a llevar superar el modo historia, puesto que no todo el mundo se entretendrá igual con las tareas secundarios y porque lo ideal es superarlo dos veces, no obstante sí podríamos mencionar las 15 horas como cifra media orientativa de lo que puede llevarnos acabarlo por vez primera sin cumplir todos los encargos alternativos. Eso sí, además hay que sumar las cuatro misiones de Catwoman ya mencionadas, así como los desafíos de Engima, los mapas desbloqueables...
Catwoman tiene un papel preponderante en Arkham City. No sólo como personaje secundario, donde resulta brillante, sino también como protagonista a manejar.
Dark Moon Rising -Gráficos y Tecnología- A nivel visual
Batman: Arkham City recupera las bondades estéticas de Arkham Asylum, pero las multiplica exponencialmente al ampliar el escenario en el que se ambienta y al eliminar también los límites que encorsetaban en lo artístico a su predecesor. La idea de apostar por una
paleta oscura unos entornos lúgubres y un aspecto siniestro repite, puesto que Gotham nunca ha sido una ciudad que destacara precisamente por su luminosidad en los cómics, pero en esta ocasión sí observamos una agradecida variedad en los diseños que se salen de lo visto en el sanatorio mental del juego original.
Ahondando en lo más puramente artístico hay que destacar que el programa apuesta una vez más por una impecable recreación de los personajes y escenarios en un estilo muy "novela gráfica" que encaja perfectamente con la idiosincrasia del título. Rocksteady vuelve a cabalgar con habilidad entre el realismo de su iluminación y de su acabado de los escenarios y, por el contrario, el contrapuesto estilo ineludiblemente cartoon de sus personajes, especialmente en cuanto a villanos se refiere. De este modo basta con ver una screen para captar de golpe la formidable propuesta de sus responsables en el sentido visual, y el juego en movimiento es como disfrutar como protagonistas directos de nuestro propio cómic, eso sí, un cómic recreado con una ejecución gráfica y técnica impecable.
Lo mejor, de hecho, es esa ambientación, ese sentido fantástico de movernos realmente por una parte de la inmortal ciudad de Gotham que está regida por matones, asesinos y psicópatas y que resulta tan opresiva en su descripción con palabras como en lo que ofrece mientras nos movemos sobre ella. Una presentación formidable por vez primera en este binomio de títulos sobre Batman que Rocksteady ha presentado, y que se convierte como ya hemos dicho anteriormente en uno de los grandes protagonistas del programa.
En lo tocante a lo tecnológico el juego cumple con notable eficacia en sus versiones de consolas. Muy lejos quedan éstas, como ya lo hicieron en Arkham Asylum, de la potentísima edición para PC, sin embargo teniendo en cuenta las posibilidades que ofrecen en términos de hardware tanto PlayStation 3 como Xbox 360 lo cierto es que podemos seguir hablando de un videojuego sobresaliente desde este punto de vista. ¿Significa esto que el videojuego es perfecto en este sentido? En líneas generales hablamos de un producto casi redondo, pero hay algunas pequeñas pegas que interpelarle.
El modelado de personajes vuelve a ser sencillamente admirable. Uno de los grandes puntos fuertes del programa.
La más relevante es la de algunos problemas con la adecuada ejecución de las texturas a una calidad detallada que vuelve a plagar un videojuego potenciado por el motor Unreal. Teníamos ganas de ver cómo rendiría este motor gráfico en un título caracterizado por renderizar grandes superficies que nos permita recorrerlas con libertad, y si bien el resultado ha sido francamente satisfactorio también hay que comentar que a veces, como decimos, las texturas tardan algo más de lo deseable en cargarse. Algunos bugs estéticos de diversa consideración también asoman en momentos puntuales de la aventura. Por cerrar el apartado con más elementos positivos podemos mencionar la impactante ejecución de las
animaciones en inmaculada cadencia, así como la velocidad de los tiempos de carga y la robustez de la tasa de imágenes por segundo.
Por lo que se refiere al sonido el juego sigue idénticas líneas a lo visto en el primer título. Labanda sonora es fantástica, contribuyendo a crear el genial ambiente que se respira en el juego y que se compone de experiencia jugable, gráficos y sonido. Los efectos de audio son también muy buenos, y el juego llega doblado a nuestro idioma con un equipo de actores fácilmente reconocible que, si bien no está a la altura de los Mark Hamill y compañía de la versión original, sí hacen un muy buen trabajo de localización. No todas las voces están a la misma altura y hay puntuales pero severos problemas de sincronización entre las voces y las imágenes, eso hay que dejarlo claro, pero también hay que resaltar que hay picos de calidad tan importantes como el de la propia voz de Bruce Wayne, interpretada por el mismo actor de doblaje que presta su cuerdas vocales a las recientes películas de Christopher Nolan.
Los desbloqueables son uno de los elementos más jugosos del videojuego. Conoceremos todos los detalles del universo Batman al liberarlo.
Gotham Central -Conclusiones- Arkham City ya está aquí, y lo mejor que puede decirse de él es que logra superar con creces a su ya de por sí sobresaliente predecesor. En una recta final de año tan rica en lanzamientos de mucha calidad como la del 2011, el nuevo juego de
Batman de los chicos de Rocksteady es una auténtica bendición, una joya para los enamorados del género de acción y aventuras que no ven ofertas tan procelosas dentro de este estilo de juego como las que sí se registran en los últimos tiempos dentro del shooter.
El título que nos ocupa es una ecuación casi perfecta de experiencias jugables muy diferentes. Hay componente de exploración, hay faceta de combates, hay uso de gadgets, hay gotas de investigación, hay secciones de plataformas... Son infinidad de elementos muy diferentes que, analizados de forma independiente pueden no resultar demasiado brillantes en sí mismos si los comparamos con otros juegos que los abordan por separado, pero que conjuntamente cuajan un videojuego sencillamente sensacional.
Por otra parte el empleo de los villanos es genial en su ejecución y presentación, y el increíble bestiario de malvados que siempre ha caracterizado a cómics y películas sobre el superhéroe alado revierten aquí en un catálogo de archienemigos tan amplio en número como en términos de calidad. Los combates contra ellos son mucho más sencillos de lo que cabría esperar, no obstante ¿a quién le importa cuando todo lo que tenemos que hacer para llegar hasta ellos es tan fantástico?.
Arkham City es, sencillamente, uno de los mejores juegos en lo que va de año. Espectacular en su compendio de disciplinas jugables muy diferentes.
Además se trata de un videojuego muy largo, uno de esos que realmente valen lo que cuestan los títulos de la actualidad. La importante cantidad de horas que nos va a ofrecer viene acompañada de una garantía de calidad fantástica, y además éstas se van a prolongar con una
rejugabilidad fuertemente acentuada por dos elementos: El primero de ellos el componente
"cuasi sandbox" que debuta para ensanchar los relativamente constreñidos límites del juego original, y que nos va a permitir hacer las cosas de maneras muy diferentes en la segunda ocasión en la que nos decidamos a superar la campaña. En segundo lugar reviste de motivos para volverse a acercar a él el
nivel de dificultad extraque se libera al acabar la campaña por vez primera, y que eliminará los indicadores de ayuda multiplicando además exponencialmente el reto que suponen los diferentes enemigos a los que plantar cara.
En definitiva este Batman: Arkham City es un lanzamiento completísimo en todos los sentidos. Igual de redondo en prácticamente la totalidad de aspectos, y poseedor no sólo de unos valores de producción admirables sino también de un grado de inspiración, chispa y carisma a la altura de unos pocos. Rocksteady ratifica el lugar de excepción en el Olimpo de los desarrolladores de la actual generación que reclamó con Arkham Asylum, y lo hace con un nuevo videojuego que no sólo es mucho mejor que su predecesor, sino que además es uno de los grandes lanzamientos en lo que va de año.
Valoración de Batman: Arkham City
Al lado de la definición del género de Acción y Aventuras debería figurar la carátula de Arkham City. Elevando de forma notable el listón del sobresaliente Arkham Asylum, el nuevo título de Rocksteady no sólo es más grande y mejor, sino que además transmite la sensación de contar con un grado de inspiración admirable por parte de sus responsables. Un videojuego sencillamente imprescindible para cualquier aficionado; sin importar sus inclinaciones jugables o sus simpatías, o no, por los cómics.