El nombre de Far Cry es uno que dice mucho a los aficionados de los shooters. La saga nacía en el año 2004 de la mano de los siempre apasionantes CryTek, y a pesar de que era un juego que distaba de ser perfecto, ofrecía un nuevo horizonte a los juegos de acción en primera persona con su libertad y su bella ambientación. No sin cierta polémica hace ya cuatro años veíamos la segunda parte del título, una que ya de la mano de Ubisoftbuscaba una nueva dirección para la franquicia, y que nos llevaba de las áreas tropicales a la todavía poco explorada África.
La entrega fue recibida inicialmente con calor, pero después algunos le echaron en cara, quizá en exceso, algunos problemas derivados de su abusivo respawning. Aún así el título fue un éxito de crítica y ventas, lo que garantizó una tercera parte en la que la compañía gala ha estado trabajando en los últimos años, lanzando información con cuentagotas. Sabíamos del cambio de lugar para la ambientación, y también del nuevo prisma en cuanto a contar una historia mucho más ligera y directa, y sólo nos quedaba tener el producto final en las manos para hacernos una idea de su calidad.
Ha desaparecido el factor sorpresa que nos maravilló de las dos primeras entregas, y es que cada una a su manera incorporaban infinidad de elementos al género, pero seguimos encontrándonos con un shooter mayúsculo. Montones de contenidos para un título que consigue ser enormemente compacto tanto en su imprescindible campaña individual, en su buen multijugador competitivo y en su muy interesante cooperativo.
Vacaciones en el Infierno
El comienzo de Far Cry 3 no es muy alentador. La aventura da su pistoletazo de salida con un grupo de jóvenes despreocupados pasando unos días de asueto en un paraíso tropical. El concepto de asueto de ciudadanos de entre 20 y 35 años no es el de estar en una hamaca tumbados dejando pasar el tiempo, e incluye las lógicas riadas de alcohol e increíbles deportes de riesgo. Sin embargo como en cualquier película de terror adolescente que incluye monstruo en el edén, lo que parecía un viaje de placer acaba convirtiéndose en una pesadilla.
El comienzo de Far Cry 3 no es muy alentador. La aventura da su pistoletazo de salida con un grupo de jóvenes despreocupados pasando unos días de asueto en un paraíso tropical. El concepto de asueto de ciudadanos de entre 20 y 35 años no es el de estar en una hamaca tumbados dejando pasar el tiempo, e incluye las lógicas riadas de alcohol e increíbles deportes de riesgo. Sin embargo como en cualquier película de terror adolescente que incluye monstruo en el edén, lo que parecía un viaje de placer acaba convirtiéndose en una pesadilla.
El monstruo de Far Cry 3 no incluye tentáculos ni fauces, es un ser humano desquiciado y terrible que secuestrará al grupo de norteamericanos con la poco sana intención de torturarlos y pedir un rescate a sus acaudaladas familias en Estados Unidos. En un momento determinado de su cautiverio el protagonista y su hermano logran escapar de sus peligrosos opresores, y comienzan una huída en la que caerá uno de ellos y tras la que Jason, el superviviente de la fuga, jurará venganza y buscará rescatar al resto de sus amigos.
La propuesta de base es tan poco estimulante a nivel argumental como una película de Steven Seagal, sin embargo con el paso la mejora es obvia, y todo comenzará a resultarnos mucho más interesante gracias al frenético ritmo que imprime la aventura, al giro hacia la violencia de su héroe y a sus personajes secundarios. Los "actores de reparto" resultan mucho más apasionantes que los estereotípicos protagonistas, y en este sentido el programa nos ofrece algunas sorpresas. El doctor adicto a cualquier tipo de sustancia psicotrópica que nos ayudará en primera instancia es sólo un ejemplo de ello, con otros tan brillantes como la suerte de sacerdotisa que nos abrirá los ojos a nuestro lado más sobrenatural, o el salvaje Vaas: el fenomenal y sádico villano.
¿Estás preparado para vivir una pesadilla? Un viaje de placer se convierte en un infierno cuando unos criminales secuestran a unos jóvenes de vacaciones.
La apertura en cuanto a posibilidades del título es tan amplia como se esperaba, con una amalgama de cosas para hacer en las islas del título realmente soberbia. Hay 38 misiones principales, las más largas, además de 14 encargos de historia, 12 pruebas de los Rakyat para demostrar nuestra valía (la facción con la que nos aliamos), los casi 20 recados de entrega o la liberación de más de 30 puestos que están desperdigados por el mapa... Y que no, no vuelven a poblarse de enemigos cuando nos damos la vuelta como en su predecesor. Esto nos puede generar un número de horas muy variable pero siempre respetable en función del dificultad que escojamos (de los tres disponibles) y también de nuestro gusto por invertir tiempo en todas las actividades de corte alternativo que hemos descrito, y que se ven acompañadas además por infinidad de desbloqueables como las del descubrimiento de las tarjetas de memoria, el encuentro del más de un centenar de reliquias o la liberación de las torres de radio.
Las ciudades serán un lugar perfecto para comerciar o conseguir nuevas misiones. Las bases enemigas que conquistemos se ocuparán por nuestros aliados.
Las Torres de Radio, de hecho, son uno de los puntos capitales de la experiencia jugable de Far Cry 3. Su función se parece mucho a la de las atalayas de la serie Assassin's Creed, y es que con su escalada nos permite ir liberando en el mapa todos los puntos de interés del área colindante. Así, si bien muchas cosas no dejan de ser aleatorias como los vehículos, los animales o las patrullas móviles, sí es cierto que podemos jugar sobre seguro localizando las torres de radio y marcando así la ubicación de cofres del tesoro o de los cotos de caza entre otras cosas.
Elijamos o no esta vía lo cierto es que los viajes y la indagación van a ser una constante en el juego. Algunos usuarios protestaron airadamente por la cantidad de tiempo que había que invertir en Far Cry 2 al volante o recorriendo a pie o en ala delta los impresionantes parajes africanos, pero es la esencia de la serie y quien sienta tedio ante una propuesta que incluya un cierto componente de pausa o exploración tendrá que pensarse la adquisición de cualquier entrega de la franquicia. Ya desde el original, aunque en menor medida, los viajes y la introducción de vehículos en la ecuación era importante, y ahora que la serie está en manos de Ubisoft no ha hecho sino acrecentar esta vertiente. La tercera entrega apuesta una vez más por la misma línea, aunque ofrece una mayor cantidad de cosas que hacer por el camino para luchar contra la posible sensación de tedio.
Las formas de desplazamiento son muy variadas, y prueba de ello es el hecho de que hay hasta 12 tipos muy distintos de medios de locomoción que podemos utilizar para llegar de un punto a otro de las islas. Siempre que descubramos un punto nuevo, éste aparecerá en el mapa y podremos volver a visitarlo con el viaje rápido, pero cada vez que tengamos que alcanzar uno podemos fijarlo en el GPS y acto seguido tratar de alcanzarlo con el método que más nos guste: por tierra, mar o aire.
El manejo de todos los vehículos es arcade y agradable, y en líneas generales bastante preciso, tanto como exigen los angostos caminos y senderos que tendremos que recorrer. El conducir con una vista en primera persona como exige la idiosincrasia de la serie siempre tiene sus peculiaridades en entornos tan cargados de obstáculos como estos, sin embargo la inmersión vuelve a dispararse. Muchos de los coches cuentan con torretas ametralladoras, así que para cambiar de asiento basta con pulsar el botón adecuado y hacerlo sobre la marcha para poder abrir fuego sobre nuestros enemigos. Idénticas conclusiones positivas se pueden extraer de las lanchas, barcos o incluso del ala delta, todos ellos medios más que útiles para movernos por unos escenarios que están decididamente pensados para fomentar la utilización de la máxima variedad posible.
Se trata de una baraja de alternativas muy necesaria para un título donde el desplazamiento es tan importante. Cierto que ciñéndonos a las misiones principales y haciendo un uso inteligente de los viajes rápidos podemos minimizar los kilómetros recorridos, pero Far Cry 3 por idea y concepción es un juego que se disfruta mucho más cuando paseamos por sus entornos y nos empapamos de todo lo que ofrece. El grueso en cuanto a cantidad y tipología de las cosas que hacer ya lo hemos descrito con anterioridad, sin embargo nos queda una larga retahíla de actividades que también van a captar nuestro interés.
Para todo el sistema de economía que trae consigo el juego resulta interesante la fuente de ingresos que supone la naturaleza, desgranada en la fauna o la flora que abunda en las islas. Ahora hay mucho que hacer con todo lo que nos rodea, ya sea por la recogida de plantas o por la caza de los abundantes tipos de animales que encontraremos. Ya sea obteniendo pieles o frutos directamente de la naturaleza, o los objetos que obtengamos en los cofres o registrando los cadáveres, podemos comerciar con todos ellos en las tiendasque hay en los pueblos, o también podemos destinar estos recursos a hacer con nuestras propias manos nuevos objetos, cartucheras o ventajas en forma de jeringuillas. Al final de cuentas la utilización de todo el proceso de Creación no es necesario en el sentido puro de la palabra, sin embargo sí es del todo recomendable ya que sin estos aumentos de cartuchera o mochila, por ejemplo, la cantidad de objetos, balas o incluso armas que podremos portar será irrisoria.
Hay mil y una formas de desplazarse por el mundo de Far Cry 3. El mar es todo un mundo a explorar.
Todo lo que tiene que ver con las tareas secundarias, y comercio así como los medios de locomoción funcionan muy bien, y le dotan al juego de infinidad de matices de los que sus predecesores carecían y que contribuyen a engordar sensiblemente la experiencia. Sin embargo lo importante de un shooter son lógicamente las escenas de acción, y ahí el programa también funciona con enorme solvencia.
A menudo este tipo de juegos buscan hacernos sentirnos poderosos con nuestras armas y, al mismo tiempo, ofrecernos un arsenal variado y generoso. El triunfo es obvio en ambos sentidos con Far Cry 3, que en los tiroteos resulta un juego efectivo, a pesar de algunos problemas derivados de una IA que no acaba de ser tan seria como nos hubiera gustado. Este tipo de incidencias son con los que tienen que lidiar habitualmente los sandbox, ya que la inteligencia artificial de los enemigos en un producto de estas características tiene que lidiar con muchísimos más parámetros que un juego "pasillero", pero eso no es impedimento para que no dejemos clara su incompetencia en momentos muy puntuales.
Por lo demás el programa vuelve a apostar por un estilo con un matiz estratégicoheredado directamente de la naturaleza de la serie. El marcar objetivos con prismáticos y estudiar desde la distancia una base enemiga antes de comenzar una operación siempre ha sido santo y seña de la franquicia, y Far Cry 3 se suma a esta línea apostando por lo mismo. Nadie nos impide entrar por la puerta principal y liarnos a tiros con todo lo que se mueve, pero el juego así es un desafío excesivo y, especialmente en el nivel de dificultad más alto, resulta muy recomendable llevar a cabo una planificación mínima antes de entrar. Echar un vistazo a las áreas más débiles de los parapetos enemigos será una buena idea, y optar por el sigilo también puede ser bastante recomendable. La discreción se basa fundamentalmente en andar agachados y aprovechar las coberturas, así como en la utilización de algunas armas silenciosas como, por ejemplo, el cuchillo que nos permitirá llevar a cabo ejecuciones rápidas y limpias.
Esconderse y observar siempre es una táctica recomendable. Los niveles están diseñados para superarse de formas distintas.
Al hilo de lo preparado que está nuestro personaje, y de forma muy interesante, destaca el hecho de que podamos personalizar nuestra experiencia de juego dedicando los puntos de habilidad que obtengamos a progresar en distintos árboles de habilidades, cada uno vinculado a un estilo. Sí, Far Cry 3 incorpora unos ligeros y agradables toques roleros en relación con el avance del personaje, que comienza como un turista sorprendentemente preparado para utilizar armas, y que poco a poco acabará convirtiéndose en una verdadera máquina de matar. En nuestra mano está el definir cómo queremos que luche, adaptando el juego a nuestra forma de jugar con tres caminos: la garza, el tiburón y la araña.
El fuego tiene una importancia fundamental como vimos en la segunda parte. Se comporta como un ser vivo, propagándose, moviéndose o extinguiéndose.
Guerra en la Red -Multijugador-
Sumergirse en la campaña individual de Far Cry 3 puede ser una experiencia plenamente satisfactoria para la mayoría de los usuarios, sin embargo Ubisoft ha vuelto a apostar por hacer de su nuevo shooter un paquete de contenidos impactante y cargado al máximo de cosas que hacer con un multijugador muy recomendable.
Sumergirse en la campaña individual de Far Cry 3 puede ser una experiencia plenamente satisfactoria para la mayoría de los usuarios, sin embargo Ubisoft ha vuelto a apostar por hacer de su nuevo shooter un paquete de contenidos impactante y cargado al máximo de cosas que hacer con un multijugador muy recomendable.
En primer lugar encontramos el apartado competitivo del programa, uno donde hasta 16 usuarios se miden entre sí en modalidades razonablemente estándar. Hay modalidades que ofrecen objetivos de trabajo en equipo con objetivos, hay otras que buscan en mayor medida el combate puro y duro con los clásicos combates a muerte. Lo mejor, sin embargo, estriba en la genial colaboración y el gran trabajo en equipo que nos obliga a llevar a cabo, aunque lamentablemente toda la brillantez de las posibilidades que surgen de la planificación y el componente estratégico de la campaña individual desaparecen en sus rápidas y frenéticas escaramuzas.
Hay también una mecánica de mejora de personaje vinculada al multijugador competitivo, con armas y mejoras que podemos ir liberando a cada paso que damos. La navegación por los complicados escenarios a veces es algo confusa y siempre muy exigente desde el punto de vista de la precisión y la atención hacia el detalle de nuestros movimientos, así que toda ayuda será bienvenida.
El competitivo vuelve a ser una opción muy recomendable para prolongar la vida del juego. Varios modos y mucha diversión con trabajo en equipo para el on-line de Far Cry 3.
No obstante si todo esto nos parece poco, el juego tiene además una sorpresa más esperándonos. El cooperativo para cuatro usuarios que hará las delicias de todos aquellos que gustan de compartir sus experiencias de juego con sus amigos, ya sea a través de internet o conjuntamente con otro amigo en la misma consola en el caso de Xbox 360 y PlayStation 3. Volvemos a ver el mismo sistema de progresión, y además está apoyado por una historia de cuatro personajes que evita que nos enfrentemos a una mera sucesión de misiones. Hablamos también de desarrollos lineales y sin el componente abierto de las que ofrece el modo historia; que, por si fuera poco, no se escalan en términos de dificultad si reducimos el número de usuarios. Sin embargo, y a pesar de su estilo mucho más ligero, resulta otro añadido agradable más para el conjunto del programa.
Viaje al Paraíso -Gráficos y Tecnología-
A nivel visual, Far Cry 3 es un videojuego que llama la atención. Los productos que cuentan con entornos ambientados en parajes naturales suelen tener esta cualidad, y es que con sus tonos saturados y sus conceptos paradisíacos lo tienen más fácil para cautivar el ojo del jugador. Es precisamente en eso sobre lo que se ha apoyado la serie Far Cry desde su primera entrega, y es que a excepción del paréntesis que supuso la incursión en la sabana africana de la segunda parte, siempre hemos visto junglas coloristas y de una belleza formidable.
A nivel visual, Far Cry 3 es un videojuego que llama la atención. Los productos que cuentan con entornos ambientados en parajes naturales suelen tener esta cualidad, y es que con sus tonos saturados y sus conceptos paradisíacos lo tienen más fácil para cautivar el ojo del jugador. Es precisamente en eso sobre lo que se ha apoyado la serie Far Cry desde su primera entrega, y es que a excepción del paréntesis que supuso la incursión en la sabana africana de la segunda parte, siempre hemos visto junglas coloristas y de una belleza formidable.
El editor de mapas será punto ineludible para la comunidad y sus demostraciones de talento. La herramienta es versátil y de un uso muy agradable.
Por lo demás el título es más que notable en lo puramente gráfico, rozando el sobresaliente. La carga poligonal es encomiable, el tratamiento de los NPCs bastante reciclado pero muy interesante (especialmente en los secundarios principales), y salvo algunas pequeñas pegas y descuidos algo más llamativos de lo habitual en un producto de corte sandbox el resultado es mucho más que satisfactorio. Mucho color y una iluminaciónfenomenal para un lanzamiento que nos regalará algunas de las estampas más bellas que, en cuanto a entornos naturales, veremos en un juego de acción este año.
No obstante toda esta carga visual, especialmente en términos de la gigantesca distancia de dibujado que maneja el programa, lastran bastante las versiones de consola. Si bien en compatibles hablamos de un juego exigente en cuanto a hardware, en consolas tenemos que describir un producto bastante inferior. La actual generación y su larga duración está suponiendo un techo con el que Ubisoft y sus ambiciosos sandbox tienden a tener problemas, y Far Cry 3 no es una excepción. La espectacular versión para compatibles contrasta seriamente con una de PlayStation 3 y Xbox 360 que muestra las limitaciones de estas ediciones. La mayor distancia de dibujado por la que apuesta la tercera entrega en contraposición a la segunda es un lastre para ellas, y si bien el programa no deja de ser muy vistoso en lo gráfico y fluido en cuanto a imágenes por segundo, sí acusa serios problemas. Los principales son una ausencia de sincronía vertical que en algunos momentos produce efectos de tearing desagradables, determinadas incidencias ocasionales de clipping y un constante popping que enturbia ligeramente toda la faceta visual del título.
En lo visual el programa es muy vistoso. Los entornos naturales están muy bien retratados, pero también cuentan con buen trabajo a sus espaldas los personajes.
Lo tocante al aspecto sonoro muestra también un acabado notable. La banda sonora es interesante, no demasiado variada pero marcada por la presencia de toques tribales en las pistas que se escuchan en los vehículos, y de una inspiración interesante en términos de score para las escenas de acción. El juego llega a nuestro país traducido y doblado a nuestro idioma con un nivel bastante notable, aunque con un equipo de interpretes ya escuchado una y mil veces. Los efectos de audio rayan a buen nivel.
Valoración de Far Cry 3
La serie Far Cry vuelve a cautivarnos con otro gran shooter, y es que Ubisoft nos brinda un paraíso convertido en infierno realmente memorable. Tiene sus pequeños fallos, entre ellos una IA discreta, pero hay tantas cosas buenas que cuesta mucho no hablar de un producto plenamente recomendable. Montones de cosas que hacer, contenidos abundantes y de muy diferente corte, y diversión máxima con enorme libertad y personalidad para uno de los grandes lanzamientos de este año.
8,9
“Excelente”
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